divendres, 3 d’abril del 2009

Que viva las mujeres

Muchas veces cuando estoy en una reunión donde la mayoria somos mujeres, acostumbro a aislarme de la conversación y observo y escucho, pero desde otro plano. Esta facilidad que tengo para ver "desde fuera" me ha permitido constatar un par de cosas, que me gustaria poder compartir con vosotras y que me permitira confirmar o no mis divagaciones. En muchas ocasiones nos quejamos de lo mal que nos trata el mundo: nuestra pareja, nuestros hijos, el jefe, la amiga del alma. Criticamos que nuestra pareja o nuestros hijos no colaboran en las tareas domesticas como si no fuera con ellos. A veces no nos damos cuenta que queremos que lo hagan igual que lo hacemos nosotras y cuando esto no sucede les recriminamos o corregimos. Otro pequeño detalle que he observado, es que un grup de amigas se reunen y aprovechan la ausencia de una de ellas para hacerle un traje nuevo. En la proxima reunión, cuando esta amiga acude y es otra la que falta, esta otra es la que saldra con un traje nuevo. Luego se vuelven a reunir y aqui no ha pasado nada. ¿Forma parte de una terapia que las mujeres aplicamos para sentirnos mejor con nosotras mismas?. Otra observación que he hecho es que estando en un grupo donde conoces a muy pocos de los reunidos y te presentan a alguien nuevo, si es un hombre acercas la mejilla y le das un beso, seguido de un saludo como por ejemplo, ¿como estas? o "mucho gusto" y este gesto rompe el hielo. El mismo gesto y las mismas palabras aplicadas a una mujer que no conocemos de nada, tienen un efecto diferente. Antes de dirigirte a ella la observas, la analizas y procuras saber de que pie cojea. Resumiendo, somos muy desconfiadas entre nosotras mismas. ¿Porque?.


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